¿Me pondrán una multa si envío comida chatarra como lunch escolar a mi hijo?

Desde hace casi seis meses, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, aclaró que no habrá multas, castigos o sanciones económicas para las mamás o papás que le manden chatarra a sus hijos; sin embargo, hizo una amplia recomendación para preferir alimentos saludables como tacos de frijol o agua de jamaica.

4/4/20252 min read

a pile of popcorn
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La Nueva Norma sobre Comida Saludable en Escuelas

En un esfuerzo por promover hábitos alimenticios saludables entre los alumnos, las cafeterías y cooperativas escolares han inaugurado un cambio significativo en su oferta de alimentos. A partir de ahora, solo se permitirá la venta de comida saludable a los niños y niñas que asisten a las escuelas. Esta transformación es esencial para el bienestar de los menores, pero también ha suscitado preocupaciones entre las familias sobre las posibles sanciones económicas que podrían enfrentar si deciden enviar comida chatarra como lunch.

Las Consecuencias de Ignorar la Nueva Normativa

Las escuelas y vendedores que elijan ignorar esta normativa alimentaria se enfrentarán a sanciones económicas que oscilan entre los 10,000 y 113,000 pesos mexicanos. Esta variable depende de la gravedad de la infracción y el contexto específico del establecimiento educativo en cuestión. Con ello, se busca desalentar la venta y el consumo de alimentos no saludables, y fomentar una cultura de alimentación equilibrada que beneficie a las futuras generaciones.

¿Qué Hacer si Quiero Enviar Comida Chatarra?

Si eres un padre o madre de familia que se pregunta si será multado por enviar comida chatarra como lunch escolar a su hijo, es fundamental aclarar que estas sanciones van dirigidas principalmente a escuelas y cooperativas que hacen caso omiso a las regulaciones. Sin embargo, aunque la responsabilidad de la normativa recae más sobre las instituciones educativas, es recomendable optar por opciones de comida saludable para garantizar una dieta equilibrada para los menores. Al final, la educación alimentaria debe comenzar en casa y ser reforzada en la escuela, por lo que la colaboración es clave.

En conclusión, el establecimiento de esta nueva regulación no es solo una cuestión de cumplimiento normativo, sino que se trata de una inversión en la salud y el futuro de los niños. Por lo tanto, es de suma importancia que tanto padres como educadores se unifiquen en el objetivo de promover la alimentación saludable y, sobre todo, sean conscientes de las repercusiones de continuar con prácticas dañinas, como el envío de comida chatarra a las escuelas.