México responde a los aranceles al acero y aluminio de EE.UU.: "No tienen justificación y son una mala idea"
México rechaza los aranceles impuestos por EE.UU. al acero y aluminio, argumentando que carecen de justificación y afectan negativamente la relación comercial. El gobierno mexicano presenta datos que desmienten las acusaciones y defiende la integración de los tres países en la producción de estos metales.
2/11/20254 min read


Ciudad de México, 11 de febrero de 2025. – El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, se pronunció este martes en Palacio Nacional contra los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, señalando que no tienen justificación alguna y calificándolos como "una mala idea" para las relaciones comerciales entre ambos países.
Durante la conferencia mañanera, Ebrard presentó datos del propio gobierno estadounidense que desmentían la acusación de un aumento excesivo en las exportaciones de acero de México hacia Estados Unidos. Según las cifras proporcionadas por el Departamento de Comercio de EE. UU., México exporta una cantidad menor de acero y aluminio hacia su vecino del norte en comparación con lo que importa de él.
"Estados Unidos nos vende más acero y aluminio, nos vende casi 6,897 millones de dólares más de lo que nosotros exportamos. Por lo tanto, su balanza comercial es favorable", detalló Ebrard, refutando las afirmaciones del gobierno de Trump sobre un crecimiento desmesurado de las exportaciones mexicanas de acero, que se habían argumentado como la justificación para la imposición de tarifas.
El secretario también destacó que, según los datos oficiales, Canadá presenta una situación distinta, pues le vende mucho más acero a Estados Unidos, con un superávit comercial de 9,675 millones de dólares en estos productos. “Son datos del propio gobierno estadounidense", subrayó Ebrard, dejando claro que los números no respaldan la narrativa presentada por Washington para justificar la medida proteccionista.
"No destruir lo que hemos construido durante 40 años"
En su intervención, Ebrard subrayó que las tarifas impuestas por Estados Unidos a los metales no solo carecen de base lógica, sino que podrían tener efectos negativos para la relación comercial trilateral entre los países de América del Norte. "Le tomamos la palabra: sentido común, no balazos en el pie, no destruir lo que hemos consumido en los últimos 40 años", sentenció, haciendo alusión a la integración económica que ha caracterizado al Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y que podría verse afectada por estas políticas unilaterales.
Ebrard también explicó que las tarifas impuestas por el gobierno estadounidense no son la solución adecuada, dado que la integración de los tres países en una sola cadena de suministro beneficia a todos. "Estas tarifas son una mala idea porque, como ya les mostré, estamos integrados los tres países. La producción de acero y aluminio en América del Norte es un proceso compartido, y atacar una parte de esa cadena afecta a todos", explicó.
La postura de la Jefa de Gobierno de la CDMX
Por su parte, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, respaldó la postura de Ebrard, calificando los argumentos expuestos como "muy fuertes". La mandataria reiteró que México seguirá defendiendo sus intereses ante el gobierno estadounidense y aseguró que el tema será planteado ante la Oficina de Comercio de EE. UU., desde donde se emiten las decisiones sobre los aranceles.
Sheinbaum también señaló que el gobierno mexicano cuenta con tiempo hasta el 12 de marzo para continuar los diálogos bilaterales. En este sentido, instó a mantener la calma y a no responder precipitadamente a las declaraciones provenientes desde la Casa Blanca. "Aprovechar este tiempo para hablar con el gobierno de Estados Unidos y esperar, paso por paso. No adelantarnos", dijo la jefa de gobierno al ser cuestionada sobre si existía un plan alternativo en caso de que el diálogo no avanzara de la manera esperada.
Preparación ante posibles medidas adicionales
En cuanto a los aranceles generales que se suspendieron para México por un mes, Ebrard aseguró que el gobierno ya cuenta con toda la información necesaria para continuar las conversaciones con Washington. "Tenemos todos los elementos necesarios", afirmó, asegurando que México está preparado para cualquier eventualidad en el futuro cercano.
Los aranceles, que podrían impactar negativamente a sectores clave de la economía mexicana, como la industria automotriz y la manufacturera, aún no han entrado en vigor y serán implementados hasta el 12 de marzo. Mientras tanto, las autoridades mexicanas insisten en que las negociaciones seguirán en curso, con el objetivo de evitar mayores perjuicios para la economía nacional y la relación comercial con Estados Unidos.
La reacción de los expertos
En el ámbito económico, diversos expertos coinciden en que los aranceles propuestos por EE. UU. podrían tener consecuencias no solo para México, sino también para las empresas estadounidenses que dependen de las importaciones de metales. Además, señalan que las tarifas podrían elevar los costos de producción en ambos países, afectando directamente a los consumidores.
Por otro lado, algunos analistas advierten que el impacto de estas medidas podría ser un factor importante en las relaciones diplomáticas entre los dos países, especialmente en el contexto de las negociaciones en curso sobre el T-MEC y otros asuntos comerciales de alto nivel.
Un futuro incierto
Mientras tanto, el futuro de los aranceles sigue siendo incierto, y la administración de Joe Biden aún no ha dado señales claras sobre su disposición para modificar o mantener las tarifas propuestas por su predecesor, Donald Trump. La administración mexicana, por su parte, continúa defendiendo su postura de que las tarifas no son justas y que la balanza comercial entre los dos países no justifica una medida tan drástica.
El tiempo dirá si el diálogo y la diplomacia serán suficientes para evitar un enfrentamiento comercial entre las dos economías más grandes de América del Norte, o si las tarifas finalmente se implementarán, afectando el comercio y la economía regional.
En los próximos días, se espera que las autoridades mexicanas continúen con sus esfuerzos para alcanzar una solución pacífica y beneficiosa para todos los países involucrados.