Senado avala reforma para prohibir vapeadores y fentanilo en un esfuerzo por proteger la salud pública

La reforma aprobada en el Senado busca combatir el consumo de vapeadores y fentanilo mediante prohibiciones constitucionales que priorizan la salud y la seguridad.

12/12/20242 min read

El Senado de México aprobó una reforma constitucional que prohíbe la producción, distribución y comercialización de cigarrillos electrónicos, vapeadores y sustancias como el fentanilo. Esta medida, respaldada por las bancadas de Morena, el Partido Verde, el Partido del Trabajo, el PRI y el PAN, busca responder a la creciente preocupación por los efectos negativos de estas sustancias en la salud pública y la seguridad del país.

En la votación general, la reforma obtuvo 110 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, mientras que en lo particular se alcanzaron 86 votos a favor y 39 en contra. Aunque algunos legisladores del PRI y PAN manifestaron su preferencia por un enfoque de regulación en lugar de prohibición, la reforma finalmente avanzó con un marco restrictivo.

Entre los principales cambios destaca la adición de un quinto párrafo al artículo cuarto de la Constitución, que establece sanciones para la producción y comercialización de vapeadores y sustancias ilícitas. Asimismo, se modifica el artículo quinto para limitar actividades profesionales o comerciales relacionadas con estas sustancias.

El morenista Enrique Inzunza, encargado de presentar la propuesta, subrayó que el objetivo principal es proteger a los adolescentes, quienes son los principales blancos de la mercadotecnia que promueve el uso de vapeadores como alternativas inofensivas al cigarro. Inzunza enfatizó que estas prácticas no solo normalizan el uso de dispositivos dañinos, sino que también exponen a los jóvenes a sustancias tóxicas con efectos severos en la salud.

La reforma también aborda la problemática del fentanilo, una droga sintética que ha contribuido a una crisis de seguridad en México y el mundo. Aunque la prohibición excluye el uso médico del fentanilo como analgésico y anestésico, establece un marco para combatir su uso ilícito, fortaleciendo la seguridad pública y la lucha contra el crimen organizado.

Con esta reforma, el Senado reafirma su compromiso con la salud y el bienestar de la población mexicana. Sin embargo, el debate entre prohibición y regulación continúa generando divisiones, pues algunos críticos advierten que medidas restrictivas podrían fomentar el mercado negro y fortalecer a grupos delictivos. A pesar de ello, la reforma representa un paso significativo en los esfuerzos por enfrentar los retos de salud y seguridad que plantea el consumo de estas sustancias.